lunes, 20 de abril de 2015

El dibujo artistico

EL DIBUJO ARTÍSTICO

     I.            La Historia
  II.            Los Conceptos
III.            Características
IV.            Tutoriales:
-Dibujar con carboncillo
-Dibujar con lápices de colores
-Pintar con pasteles
 V.            DeviantART
-Cómo dibujar a través de la computadora
-Los mejores programas
-DeviantART Muro
-Cómo registrarse en DeviantART
-Descargar software para dibujar

El Dibujo Artistico

LA HISTORIA

El dibujo es una de las artes más antiguas utilizada ya en las cuevas paleolíticas para la representación de animales, personas o ideogramas. Aunque es una técnica de arte en sí misma, posteriormente se ha utilizado como paso anterior a la realización de obras con otras técnicas al realizar bocetos preparatorios en los que se compone la escena, se distribuyen las figuras en el espacio, ...

       La característica específica del dibujo es la utilización de la línea y el trazo generalmente con ausencia o escaso uso del color, pero también tiene como propios:
    * unos soportes determinados (tablillas, láminas, papel, pergamino, ..).
    * unas técnicas (puntas o estiletes, plumas y plumillas,...).
    * cierta rapidez en la ejecución de la obra.
    * unas dimensiones más bien reducidas.

 Como primaria y directa expresión figurativa y parte, posiblemente, de un ritual semimágico, el dibujo existe desde tiempos prehistóricos, como lo atestiguan las pinturas encontradas en las paredes de las grutas mediterráneas y franco-cantábricas. Sin embargo, el dibujo preparativo, como fase esencial de un producto artesanal, se remonta al arte egipcio. También los griegos y romanos utilizaron el dibujo pero, a excepción de los testimonios de Plinio el Viejo y algún otro historiador, no se ha observado nada de la obra de Apeles o de Parrasio mencionadas en las fuentes. Del periodo medieval, en cambio, disponemos de ciertos testimonios gráficos originales, como por ejemplo, la planta-proyecto de la abadía de Saint Gall (S. VIII) o bien los cuadernos de repertorios iconográficos y motivos decorativos, entre los que destacan las de Adómar de Chabannes, el más antiguo (S. XI), y de Villiard de Honnecourt, el más instructivo. Este último se remonta al S. XIII y es un clásico cuaderno de notas de trabajo, que contenía[D1]  las figuras y los bocetos arquitectónicos de todos los artistas que trabajaban en el taller. Los citados cuadernos y otros análogos, eran objetos valiosos porque estaban formados por folios de costosos pergaminos y, por tanto, eran conservados en los talleres como un bien que debía ser puesto al día y ampliado continuamente. A la muerte del maestro, el cuaderno pasaba, por lo general, a sus herederos espirituales: el cuaderno de Villard, por ejemplo, pasó a manos de tres artistas. Muchos autores sostienen que hasta los S. XIII y XIV el dibujo era un simple instrumento de trabajo sin valor artístico propio. En realidad, nuestros conocimientos sobre el periodo anterior a Giotto están demasiado faltos de documentación para poder formular afirmaciones tan tajantes. Sabemos, en cambio, que en la Alta Edad media se utilizaban tablillas de madera encerada o recubiertas con polvo de huesos en las que los artistas se ejercitaban dibujando sobre ellas con un estilete.

Tales tablillas podían ser reutilizadas continuamente y eran la única alternativa a los costosos pergaminos. Esta práctica no desapareció hasta el S. XV y fue dejada de lado definitivamente, cuando la naciente industria editorial trajo como consecuencia el abaratamiento del precio del papel (causa del sensible incremento numérico del dibujo durante la segunda mitad del S. XV, con respecto a la primera mitad del mismo siglo). Tales cuadernos, por tanto, nos presentan tan sólo una imagen parcial de la producción gráfica del medioevo. A partir del S. XIV el dibujo alcanzó un nuevo estatus. El dibujo arquiTectónico del que nos han quedado prestigiosos ejemplos, como los proyectos para la ejecución de las fachadas de las catedrales de Orvieto (1310) y Siena (1339), se utilizaba más cada vez con objeto de fijar sobre el papel los proyectos cuya construcción se prolongaba durante varios decenios; se perfeccionó la técnica de la sinopia, es decir, el dibujo realizado con tierra de sínope en la pared destinada a ser pintada al fresco; sobre todo, en el taller de Giotto, se desarrollaron modelos icnográficos que fueron repetidos, con variantes o sin ellas, durante largo tiempo. Los cuadernos de notas tuvieron, tanto en el S. XIV como en el XV, un papel esencial, pero cambió su carácter: pasaron de ser solamente un repertorio de motivos iconográficos o formales para ser utilizados en los talleres, a contener anotaciones de viaje o apuntes personales (que igualmente continuaron siendo usados en los talleres). El célebre cuaderno atribuido a Gentile da Fabriano que más tarde pasó a manos de Pisanello y cuyos folios se encuentran hoy día dispersos en diversos museos y bibliotecas, es el más célebre cuaderno de viajes de la época, mientras los dos espléndidos cuadernos de Jacopo Bellini (Louvre y British Museum) están formados por “cuadros dibujados”, o sea, composiciones que no estaban pensadas como dibujo preparatorios de una pintura o de un cuadro, sino como expresiones artísticas autónomas, de tanto valor que son mencionados en el testamento del artista y dejadas en herencia a sus hijos como un bien preciado. Al mismo tiempo, a través de los tacuina sanitatis y de los herbarios, se desarrolló el estudio del mundo animal y vegetal, como lo demuestran algunos cuadernos atribuidos a Paris de Grassis y a su círculo. A principios del S. XV, el dibujo ya se había convertido en un instrumento esencial para el estudio de la antigüedad y la naturaleza así como para la transmisión de modelos y la búsqueda de nuevas composiciones. De aquí el interés teórico inicial por esta forma de expresión: Cennini recomienda a los que se inician en la pintura “que no dejen de dibujar alguna cosa cada día”, y Ghiberti dice: “el dibujo es fundamento y teoría... de todo arte”.

Pero el periodo más importante del dibujo fue el S. XVI que presenció, por razones de orden social y cultural, la plena madurez de su potencialidad.  En la Italia humanística el dibujo se convirtió en el instrumento de investigación por excelencia y no sólo limitado a los complejos estudios de perspectiva de un Piero della Francesca o de un Paolo Uccello, sino llevado, con Leonardo, al análisis científico del hombre y del mundo natural. Leonardo fue el primero que llegó a una distinción razonada entre “diseño mental” o proyecto del artista, remitiéndose a la Idea neoplatónica, y diseño del artífice cuyo primer esbozo era considerado una in­tuición de aquella Idea. De hecho, sólo el esbozo es capaz de fijar los “movimientos”: ésta es la premisa en que se asienta el posterior razonamiento de Baldinucci, según el cual la mancha resulta fascinante no sólo porque refleja la primera idea del artista, sino porque, además, es imposible de falsificar, elemento muy importante a la hora de identificar o atribuir una obra. El dibujo por tanto, no fue sólo un instrumento de trabajo e investigación sino que asumió un valor por sí mismo, hasta el punto de que el propio Leonardo expuso en público un dibujo para una santa Ana. Fue también Leonardo el que introdujo novedades fundamentales, tanto técnicas -como la sanguina, piedra blanda “que proviene de los montes alemanes” (Vasari) y que permitía realizar los dibujo con mayor facilidad y rapidez- como tipológicas, los llamados “presentation drawings” (o “dibujos magistrales”), llevados a cabo por encargo de personas pudientes o de amigos. El primero de estos dibujo, conocido a través de fuentes, es Neptuno realizado por Leonardo para su amigo Antonio Segni, pero los más famosos son los donados por Miguel Ángel a Vittoria Colonna y Tommaso de Cavalieri: dibujos muy bien terminados que poco tienen que ver con el esbozo. Miguel Ángel encarnó el mito florentino del dibujo contrapuesto al color véneto; el triunfo del artista, como cima suprema de la evolución artística descrita en las Vidas de Vasari, significó también el pleno reconocimiento del dibujo como actividad artística autónoma. Por una carta de Miguel Ángel a su hermano sabemos que el magnifico dibujo de La batalla de Cascina (1503) estaba guardado bajo llave: Vasari recuerda cómo, muy pronto, se convirtió en la academia de las jóvenes generaciones. Estos he­chos son la prueba evidente del prestigio que alcanzó el dibujo como expresión directa del genio del artista, valor imprescindiblemente ligado al nuevo interés por la ori­ginalidad de la invención compositiva. Desde luego, la contraposición vasariana entre dibujo florentino y color véneto era artificiosa, como lo demuestran los esplén­didos dibujos de Carpaccio y Tiziano; pero es un hecho que la mayor parte de las hojas de los S. XV y XVI, llegadas hasta nosotros, pertenecen a maestros toscanos. Este hecho está relacionado, en parte, con el precoz desarrollo del coleccionismo -de Ghiberti a Vasari, de los Médicis a otros nobles florentinos- y con el reconocimiento teórico de la utilidad y autonomía del dibujo que, según Vasari, es “el padre de las tres artes”.

Hacia finales del S. XVI, en los escritos de los teóricos manieristas, se cumplió un proceso que iniciado con el “diseño mental” de Leonardo alcanzó gradualmente el “diseño interno” de F. Zuccari, según el cual el proyecto -la idea- era más importante que su ejecución: este concepto está ligado a la emancipación social del artista que ya no adquiría su formación en el taller sino en la Academia. Los artistas eran cada vez más cultos y conscientes de su papel, hasta el punto de que, en 1615, Guercino decidió organizar, con gran éxito de público, una muestra para exponer sus dibujos. Al mismo tiempo, en la academia fundada por los Carracci en Bolonia, había disminuido el interés por la copia de los modelos de cera o madera, fundamento de los talleres manieristas, privilegiándose el estudio del natural; de este modo se iniciaba una práctica académica destinada a mantenerse intacta hasta el S. XIX.

El Cinquezento fue un siglo fundamental para el desarrollo del coleccionismo y por ello, para el reconoci­miento y apreciación del valor autónomo del dibujo: como recuerda Dolce, en 1557, los dibujos de Rafael eran va muy costosos. El primer noble coleccionista de quien tenernos noticias fue el veneciano Gabriele Vendramin. Pero el reconocimiento del valor crítico de los dibujo en la historia del arte corresponde de nuevo a Vasari. Cuyo Libro de dibujos, en cinco tomos, era una interpretación ilustrada de sus Vidas. La tradición de Vasari continuó en el siglo siguiente con F. Baldinucci que ordenó y catalogó con gran pericia los dibujos que coleccionaba el cardenal Leopoldo de Médicis y que después han sido la base del extraordinario Gabinetto dei Disegni de los Uffizi. A lo largo los S. XVII y XVIII, el ámbito, de los entendidos e interesados por el dibujo se extendió al norte de Italia (donde el padre Resta creó una “galería móvil”, organizada por la escuela y ordenada cronológicamente), a Francia e Inglaterra, donde los grandes coleccionistas (Jabach, Crozat, Mariette, Lely, Richardson y Reynolds) importaron gran parte de los te­soros gráficos del renacimiento italiano que fueron la base de los actuales Cabinets internacionales más importantes, de las colecciones reales de Windsor y del British Museum, desde el Louvre, a las colecciones de Oxford. La connoisseurship ratificó la noble posición con­quistada por el dibujo y trajo consigo el problema de las falsificaciones lo que también pone de manifiesto el valor económico que ya se le atribuía a la gráfica.

De manera paralela al desarrollo del fenómeno del coleccionismo, empezaron a difundirse o perfeccionarse algunas técnicas en consonancia con los nuevos tiempos: el pastel, técnica muy eficaz para el retrato (cabe citar a J. E Liotard y Rosalba Carriera); la acuarela, utilizada, sobre todo, por los paisajistas, en especial ingleses (W. Turner) porque permite reproducir con mayor verosimilitud la transparencia de la atmósfera; y desde 1790, la utilización del lápiz de grafito Conté, ligero y tenue, característico de los dibujos de puristas y nazarenos. No decayeron, sin embargo, los dibujo tradicionales, como los desnudos académicos realizados a carboncillo, los dibujo a lápiz y a pluma, técnicas que también se ade­cuaron a la caricatura, que ya se había impuesto, como al vedutismo y a los diseños escenográficos.

Goya es quizás el último de los grandes dibujantes clásicos. En los dibujo que realizó a partir de su enfermedad -recogidos en álbumes y realizados preferentemente a la aguada de tinta china a pincel y, más adelante, a la sepia- se refleja su extraordinario potencial creativo.
Sólo una parte de ellos son obras preparatorias de cuadros y grabados.
        Hacia mediados del S. XIX el dibujo entró en crisis, en parte a causa de la difusión de la fitografía y en parte por la decadencia de la enseñanza académica. Pintores como E. Delacroix y T. Gericault consideraron más indicado afrontar directamente el esbozo; y aunque los grandes artistas de los S. XIX y XX, como Degas, Cézanne, Picasso y Klee, continuaron dibujando, por lo general, el arte del dibujo acabó reducido al campo de los carteles, la publicidad, la arquitectura y el diseño industrial.

El dibujo artístico es la disciplina del trazado y delineado de cualquier tipo de figura, la cual puede ser abstracta o que represente algún objeto real, una forma de expresión gráfica. El dibujo artístico es lenguaje alternativo de ámbito universal que permite la transmisión de información de toda índole: ideas, descripciones y sentimientos.
Conceptos

Dibujante: Aquel que tiene un propósito puramente estético, es decir, que su propósito fundamental es el de transmitir una idea o sentimiento surgida del mundo subjetivo del autor al observador.
Dibujo: Es la representación gráfica de lo que vemos, percibimos, recordamos e imaginamos.
Dibujo Lineal: Es la representación de algo ya sea real o imaginario utilizando distintas técnicas para plasmarlo. La característica principal de este dibujo es que se realiza con trazos o un delineado, no tiene color ni valoración tonal, es decir no está "sombreado". El dibujo lineal podría ser muy sugerido o bien detallado pero no posee el efecto de volumen.
Psicología del dibujo artístico: El dibujante artístico dibuja aquello que no puede expresar con palabras, por decirlo así: "tele transporta su imaginación y pensamientos" a un lienzo que puede ser de papel u otro material. Todos los trazos hechos sobre el lienzo, en conjunto representan la idea del dibujante, la cual alcanza bastante aceptación si todo el delineado fue trazado con técnica, soltura y originalidad. Dicho delineado implica el saber manejar tanto el instrumento de trazo con que se está trabajando, como los trazos que se pretenden realizar, pues un buen dibujo se caracteriza por sus trazos seguros y sueltos. No existe un procedimiento establecido para aprender a dibujar, cada dibujante perfecciona su dibujo a su forma de pensar, pero cabe destacar que el arte del dibujo a mano alzada solo se consigue dominarlo con práctica y dedicación.1
Dentro del campo del dibujo artístico, algunos críticos dividen a los dibujantes en dos grupos: aquellos que solamente copian un dibujo o modelo ya existente, los cuales hacen uso de su capacidad de observación y motricidad para copiar la imagen tal cual es; y aquellos que dibujan a partir de su capacidad imaginativa y creadora, los cuales desarrollan una alta relación entre cerebro-mano para poder plasmar las imágenes que conciben en la mente. Este último grupo es considerado como el de los verdaderos dibujantes, ya que abarcan famosos personajes de la historia y a aquellos que crean famosos personajes animados, mundos irreales, paisajes y seres de fantasía e incluso artefactos que podrían ser útiles en la vida real, aunque también son los más criticados y señalados a diferencia del primer grupo que es bien aceptado, sobre todo a aquellos dedicados al dibujo del retrato y paisajista.

Características del dibujo artístico
"Cualquiera puede ser dibujante, pero no cualquiera puede ser un buen dibujante", es un dicho muy conocido entre los artistas, esto es debido a que quien quiera dibujar, debe conocer muy bien no solo las técnicas y procedimientos de dibujo sino su entorno y cada elemento que hay en él, por esto mismo hay que ser muy observador, pero sobre todo paciente, pues no todo dibujo sale a la primera. Entre los elementos que se debe dominar para ser un dibujante artístico están los siguientes.


Proceso en el dibujo artístico
Apunte: es el dibujo rápido que se usa para captar y recordar las características de lo que se va a dibujar después. Es especialmente útil cuando se dibujan exteriores o figuras en movimiento.

Boceto: es la prueba del dibujo en un papel aparte. Sirve para ayudar a decidir el encuadre, la composición, qué elementos se incluyen…

Encajado: son las líneas generales que se trazan en el papel definitivo (se tapan o borran después) que sirven como base del dibujo.

Línea: es el dibujo de los contornos. Se dibuja primero lo más general y después el detalle.

valorización: para conseguir más realismo y volumen, se sombrean las zonas más oscuras. Las zonas de luz se pueden aclarar borrando o usando un lápiz de color blanco o similar.

Color: un dibujo puede llevar color, especialmente si está destinado a ser una ilustración (dibujo que acompaña a un texto en libros, carteles, etc.). El color se puede aplicar con varias técnicas: acuarela, tinta, lápiz de color, ordenador... El color puede ser plano (homogéneo) o con textura (apariencia irregular que se puede conseguir con el material, el papel, la técnica, etc.).

Correcciones: los errores se pueden corregir, borrando, cubriendo una zona del dibujo con pintura o un trozo de papel y dibujando sobre él, o escaneando el dibujo y modificándolo en un programa de retoque fotográfico (ej.: Photoshop). Con estos programas de retoque se pueden eliminar, añadir o resaltar cosas, mejorar contrastes y colores.

Un modo de dibujo a mano alzada es el realizado sobre la marcha, sin correcciones posteriores, por viajeros, exploradores, científicos. A este tipo de dibujos se les conoce como cuadernos de campo. Como ejemplo se pueden citar al colombiano Juan José Gutiérrez, al alemán Wilhelm Filchner y al español Julio Caro Baroja.

Proporción: la proporción en el dibujo es muy importante, ya que está dará al objeto representado la armonía necesaria al relacionar correctamente todos los elementos que lo conforman. Un consejo útil y práctico al momento de realizar el encuadre del dibujo, es colocar esté frente a un espejo, de esta manera descubriremos si nuestra obra se encuentra bien proporcionada y si guarda la simetría correspondiente; esto es muy útil en especial con los dibujos del rostro y en retratos. En ocasiones nuestro ojo suele "engañarnos" al momento de dibujar y resulta que al terminar un trabajo, desde nuestra mirada puede parecernos correcto y bien encajado, mas al colocarlo frente al espejo se descubren algunos errores de proporción y, es conveniente no olvidar que es así como lo verá el espectador. Esto se corrige con la práctica constante y recordando que es muy importante la observación para que podamos relacionar correctamente todos los elementos del objeto a dibujar y lograr así una representación correcta. Otras formas de evaluar si nuestro dibujo es correcto son, colocarlo al revés, mirarlo a contraluz por el reverso de la hoja y, colocar nuestra hoja un poco más abajo para cambiar nuestra perspectiva al mirarla.



Cómo dibujar con carboncillo

El dibujo con gis es un medio bien conocido. Dibujos muy profesionales en blanco y negro se hacen con tan solo un pedazo de carbón y una goma de borrar. Es como hacer fotos abstractas sin usar computadora. El carbón vegetal es también una buena manera de aprender técnicas de iluminación. Mucha gente se pregunta cómo se logra ese aspecto con un solo pedazo de carbón.
Pasos
1) Haz tu espacio de trabajo. El carbón puede pintar en casi cualquier tipo de papel destinado para dibujar. Recuerda que el carbón es muy sucio, aunque se quita muy fácil de la piel, es mejor que pongas periódicos.
2) Agarra un pedazo de carbón y llena toda una hoja de color negro. No necesitas dibujar nada todavía, sólo llena de negro el papel blanco, no dejes espacios.
3) Encuentra una buena foto en blanco y negro. Intenta con un retrato, aún si eres principiante. Ponlo frente a ti boca abajo. Si haces eso no tendrás la imaginación exacta de lo que estás haciendo y será más único. Sólo trata de copiar algunos aspectos de la cara y algunas luces. No necesitas copiar la imagen exacta.
4) Toma un pedazo de borrador y borra la línea de la cabeza. Así es, dibujarás con el borrador.
5) Empieza con los ojos porque son los pedazos más blancos de la cara. No los pongas hasta arriba de la imagen, ya que ahí dibujarás el cabello, considera también la iluminación. Una vez que tengas el esquema básico del ojo, toma el borrador y haz una línea redondeada en el interior del globo ocular. Ahora, los ojos se ven más realistas.
6) Ve la foto y trata de encontrar las áreas con más luz. Ahora toma el borrador y borra esas áreas. Aplica cada vez menos presión en las partes con menos luz. Ahora pasa tu dedo por estas áreas. Esto lo hace más realista.
7) Empieza a trabajar en los detalles. Agarra de nuevo el carbón para hacer las líneas, también puedes hacer otros detalles con el borrador.
8) Trata de hacerle forma al cabello. Toma el borrador y haz las líneas en el área negra para hacer el cabello. Ahora, toma el carbón y haz líneas delgadas. Asegúrate de seguir los patrones que se muestran en la foto.
9) Borra el fondo negro. Toma el borrador y borra todo lo que esté afuera del retrato. Ahora toma el carbón y llena donde era blanco. Haz la línea de afuera delgada.
10) Voltea el retrato y admira. Pero toma en cuenta que fue solo un ejercicio. Seguramente tu imagen no es de lo mejor y no se parece mucho a la original (pero al menos parece humano!) si quieres, puedes hacerlo otra vez para practicar. Ya que sientas que eres muy bueno con los grises puedes seguir.
11) Dibuja naturaleza muerta. Agarra fruta, un jarrón (quizás con flores) y ponlos en una silla o mesa. Pon mucha atención a la iluminación y el sombreado. Usa las mismas técnicas que en el retrato para llevar la imagen al papel.
12) Sigue con cosas más difíciles. Mira afuera de la ventana y dibuja lo que veas; árboles, calles, casas, de nuevo, observa las luces y sombras. Trata de aprender nuevas técnicas.
13) Cuando termines, rocíale un fijador para que no se borre. Puedes intentar con fijador de cabello, pero en algunos casos puede arruinar el dibujo.


Dibujar con lápices de colores

Puede ser divertido dibujar con lápices de colores, pero transformar los colores que imaginas en realidad, puede ser más difícil de lo que pensabas. Para aprender cómo dibujar con lápices de colores, sigue leyendo este artículo.
Pasos
1)      Compra un buen juego de lápices de colores. La mayoría de las tiendas de artículos de arte los tienen disponibles a precios asequibles. Evita comprar los lápices diseñados para niños, pues suelen tener una textura más grasosa y no sirven para dibujar. Escoge algún juego de lápices económico para artistas que tengan una amplia variedad de colores.
2)      Aprende a sujetar el lápiz correctamente. Sujeta el lápiz entre tu pulgar, el índice y el dedo medio. No hagas presión con el índice y no dobles los dedos más de lo necesario para sujetar el lápiz. Al sostener correctamente el lápiz, tendrás más control de tu dibujo.

3)       Practica el sombreado. Puedes lograr muchos colores con un solo lápiz si varías la intensidad del sombreado. Es mejor presionar ligeramente mientras coloreas la misma área varias veces para
4)      Experimenta con las texturas. No es necesario que colorees todo de manera plana, experimenta con diferentes texturas para darle vida a tus dibujos. Algunos ejemplos de texturas comunes que puedes probar son:
Achurado. Significa dibujar líneas paralelas con espacios en blanco entre cada una. Puedes controlar la profundidad del color variando la distancia de las líneas.
Achurado cruzado. Similar al achurado, pero se aplican dos o más juegos de líneas paralelas, con líneas en blanco en ángulo cruzado.
Pienceladas dirigidas. Se utilizan para pintar cosas como cabello, piel o césped, en donde el objeto está hecho de pequeñas líneas que van en una dirección en particular. Practica dibujando todas las líneas en la misma dirección siguiendo una curva mientras dibujas las líneas ligera y rápidamente para que se vean suaves.
Circulismo. Se utiliza habitualmente para dibujar texturas de la piel, y consiste en pequeños círculos sobrepuestos. Presiona ligeramente cuando utilices esta técnica. Siempre puedes repasar para obtener la intensidad de color que deseas.
No temas experimentar y buscar tus propias texturas. Juega e intenta crear otras texturas que puedas utilizar.
5)      Planifica lo que vas dibujar antes de comenzar. A diferencia del lápiz de grafito, los lápices de colores no se borran tan fácilmente, así es que lo mejor es tener una idea de lo que quieres dibujar para evitar los errores.
6)      Mantén las pinceladas en la misma dirección. A menos que desees pintar una textura en particular o un contorno, trata de dirigir siempre tus pinceladas en la misma dirección. Si cada sección de tu dibujo tiene líneas en diferentes direcciones, terminará luciendo extraño.

Cómo pintar con pasteles

Los pasteles son pigmentos combinados con un aglutinante. Tradicionalmente, se utilizaba la caliza como aglutinante, pero hoy en día se utilizan otros materiales también. Los pasteles permiten expandir capas y mezclar colores vibrantes para crear un aspecto suave. Estos son y han sido el medio de expresión de muchos artistas conocidos, como Manet, Degas y Renoir.
Pasos
1)      Elige tus colores pastel.
Compra un pequeño juego de pasteles. Puedes comprar paquetes que incluyen una docena de ellos. Para la mayoría de proyectos, un juego de doce colores es suficiente. Puedes elegir un tono de colores específico, como tonos tierra o tonos grises.
Los pasteles en barras suaves son mejores para mezclar, mientras que las duras son mejores para los detalles. Los pasteles también vienen en lápices para hacer trazos más finos.
2)      Utiliza un papel o una superficie adecuados para dibujar. Necesitas un papel con buen «grano» o textura, eso hará que el pigmento se adhiera bien. La mayoría de tiendas de materiales artísticos venden papeles hechos para pintar con pasteles. También puedes utilizar papel para carboncillo, lienzo o papel lija delgado.
3)      Consigue difuminadores y un borrador para remover el pigmento.
Los difuminadores son cilindros hechos de capas de papel. Se utilizan para difuminar en lugar de usar los dedos, de manera que tus manos queden limpias. Conforme el difuminador se vaya ensuciando, anda retirando las capas.
Amasa el borrador para hacerlo más flexible, luego presiónalo contra tu trabajo para descargar un poco el pigmento. Limpia el borrador frotándolo y amasándolo. Nunca trates de usar el borrador para borrar el pigmento.
4)      Planifica lo que dibujarás. Haz un boceto con un lápiz y o con un pastel en barra dura.
5)      Trabaja de lo más oscuro a lo más claro. Empieza con el color más oscuro. Pinta todas las partes que tendrán los colores más oscuros. Luego, pintas las partes del color oscuro que le sigue en tonalidad y así sucesivamente, dándole más capas y difuminando.
6)      Limpia los restos de los colores pastel frecuentemente. No soples el polvo que queda porque inhalarás un poco de él, lo que hará que se te irriten las vías respiratorias. Si eres sensible a este polvo, utiliza una máscara cuando pintes con pasteles.
Si estás trabajando en una superficie horizontal, lleva tu trabajo al exterior para botar el polvo de los pasteles.
Si estás usando un caballete, el polvo caerá al piso por sí solo. El caballete ayuda a mantener el trabajo limpio, pero después tendrás que limpiar el piso. Considera usar un pedazo de tela debajo del caballete.

7)      Mantén tus manos limpias. Usa pañitos húmedos con frecuencia o utiliza guantes para evitar que los pigmentos se adhieran a tus manos. Puedes ensuciar los colores de tu dibujo si no tienes las manos limpias, especialmente si utilizas tus dedos para difuminar los colores.

8)      Limpia cada barra después de usarla. Utiliza una tolla seca o un papel toalla para remover cualquier otro pigmento que la barra haya cogido del dibujo. También puedes mantener tus barras pasteles limpias colocándolas dentro de arroz crudo.
9)      Rocía fijador a tu trabajo cuando acabes para que los pigmentos no se manchen ni se corran. Recuerda que el fijador es tóxico, así que sigue las instrucciones con cuidado cuando lo uses.
También puedes usar el fijador para separar las capas de pigmento. Esto te permitirá empezar una nueva capa sin que el pigmento de encima se mezcle con el de abajo.
Si decides transportar tu trabajo antes de echarle el fijador o si decides no echárselo, colócalo entre hojas transparentes libres de ácido para protegerlo. Muchos artistas prefieren no usar fijadores porque cambia los colores del trabajo.


DEVIANTART

deviantART es un espacio virtual en el que cada usuario puede mostrar su arte y aprovechar las posibilidades de la red para someterlo a los comentarios y críticas de otros artistas miembros de la comunidad dA. DeviantART está abierto a muchos tipos de artistas, pero principalmente los relacionados con las artes visuales y gráficas, como fotógrafos, diseñadores gráficos, pixel artists, o pintores, aunque también hay obras literarias, fanfics, filmaciones, skins para programas o páginas, contenido Flash, artesanías, disfraces (cosplay), etc. El sitio cuenta con una amplia lista de categorías que sirve para clasificar las obras que son subidas, organizadas primeramente en distintas ramas del arte, según el medio con el que fueron creadas (tradicional, digital), subdivididas a su vez en subcategorias más específicas. El sitio web está preparado para usuarios con suscripción y visitantes sin suscripción.

DeviantArt tiene su propia mascota, una especie de gato robótico llamado Fella (parecido a fellow, por tanto en español sería aproximadamente colega),1 el cual suele ser en ocasiones portavoz oficial de las noticias en esa comunidad.


Historia:
Este sitio web nació el 7 de agosto de 2000 gracias a tres ingenieros: Scott Jarkoff, Angelo Sotira y Matthew Stephens. DeviantArt se creó inicialmente como parte del proyecto DMusic,2 como un sitio para acoger modificaciones de la apariencia gráfica (skins) de Winamp, y reunir a diferentes artistas que se encargarían de proveer de skins a Dmusic, pero rápidamente se extendió a otros tipos de creaciones, sobre todo gráficas. Actualmente el CEO es Angelo Sotira, y deviantART es propiedad de deviantART, Inc.

Se estima que este sitio recoge unos 1,5 millones de comentarios diarios.3 En mayo de 2007, el sitio web tenía aproximadamente 4,5 millones de usuarios y 50 millones de creaciones, recibiendo un total de 60.000 creaciones por día. Según datos algo más antiguos, procedentes de la revista Time, en octubre de 2006 deviantART recibía 50 000 nuevas creaciones diarias y tenía 3,5 millones de usuarios registrados.4 En agosto de 2008, se estimaba que había aproximadamente 8 millones de miembros. Según su portada, DeviantArt tenía, en diciembre de 2012, 242 millones de deviations (o creaciones u obras) y 25 millones de usuarios registrados. En diciembre de 2013, su portada indicaba 275 millones de obras y 29 millones de usuarios.


Programas para dibujar de manera digital:
DeviantART Muro es una aplicación online desarrollada en HTML5 y que permite gracias a una colección de herramientas de diseño (pinceles, filtros, capas...) disponer de un interesante software dedicado al dibujo, simplemente con disponer de un dispositivo con conexión a Internet (ordenador, tablet..) y un navegador compatible con la quinta versión de HTML (sin necesidad de Flash).

La aplicación dispone de un modo básico y otro pro, siendo la principal diferencia que en el mas avanzado podemos modificar el tamaño del lienzo y usar capas, las cuales se pueden ordenar, eliminar, ocultar y controlar su opacidad.

El manejo de DeviantART Muro no presenta dificultades, más allá de ser una herramienta donde solo los más talentosos pueden sacar el 100% de su potencial.

Este nuevo programa de dibujo online es gratuito y no requiere de registro.

SketchBook Pro, también conocida como SketchBook, es una aplicación de software de gráficos de píxeles que cuenta con una interfaz de usuario radial / pastel-menú, previsto para el dibujo expresivo y concepto de esbozo. Fue desarrollado originalmente por Alias ​​Systems Corporation , pero ahora es propiedad de Autodesk .

SketchBook Pro tiene una interfaz despejada y herramientas de pintura y dibujo, como lápices, marcadores y pinceles. Mediante el uso de las características sensibles a la presión de tabletas gráficas , computadoras tablet y smartphones , puede ayudar a los artistas dibujan y crean efectos similares a los materiales tradicionales.

El software Autodesk SketchBook Pro también cuenta con una herramienta de captura de pantalla para anotación, que permite una para mostrar contenido durante una reunión y añadir notas como el material se revisa. Los botones anterior / siguiente hacen posible la creación de libros animados o animaciones. El programa es compatible con las capas con la importación y exportación de formato de Photoshop (.psd). Otras características incluyen reglas, la simetría, la posibilidad de personalizar los pinceles, crear cepillos de la textura, y gire el lienzo[D2] .







 [D1]Justificar texto.





 [D2]Incluir videos de cómo se realiza cada uno de los dibujos para que quede más clara la información.